Para competir con las prestigiosas marcas alemanas, la casa japonesa de la fiabilidad, Toyota, creó Lexus en 1989. Los objetivos también pasan por llevar la excelencia técnica japonesa al mundo del lujo. Con gran éxito en Estados Unidos, en Chile ha logrado hacerse de un nombre en función de un line up atractivo, lujoso, pero bastante agresivo y deportivo.
El Lexus RX 500h, el último SUV mediano que introdujo en el mercado chileno hace honor a está línea de experiencia, presentando un modelo que expresa su poder mediante el diseño, y lo lleva a emoción gracias a un tren motriz donde abunda la fuerza que se traduce en velocidad, respuesta y gran conducción.
El despliegue tecnológico de este modelo, se expresa en varios sentidos, comenzando por su diseño. La parrilla central, trapezoidal, le da un estilo severo, técnico, imponente. Se complementa con focos que surgen de la calandra, alargados hasta llegar a los pasos de rueda, y abriendo paso por el centro a un capó robusto y redondeado. Anchos hombros traseros, y una caída de su portalón trasero, muy deportiva, dejan en claro que no se trata de un SUV solo para ir al supermercado, y que su carácter ofrece mucho más en términos de performance.
Seguridad y poder
Muchas veces la performance va de la mano de la seguridad, tal como propone el nuevo Lexus RX, al bajar su centro de gravedad para mayor estabilidad a alta velocidad, pero además modernizado en su tecnología, tanto en seguridad como en experiencia de usuario.
Esta variante se mueve gracias motor de gasolina de 4 cilindros, turbocargado, de 2,4 litros, apoyado por un motor eléctrico, que en la suma logra ofrecer 366 caballos de fuerza, con abundantes 460 Nm de torque, que se distribuyen a las 4 ruedas mediante una transmisión automática de relaciones. Potente y abundante, es una cadena cinemática que no demora en responder, en cualquier condición.
En una clara seña de identidad de marca, su interior es tecnológico, severo y altamente técnico. Sin grandes estridencias, ofrece un estilo deportivo, que comienza con su tablero digital, un excelente head up display, que se complementa con la interfaz principal de su sistema de infoentretenimiento, que se traduce en una gran pantalla central, con veloz respuesta táctil, y donde se puede acceder a múltiples configuraciones del auto, además de mostrar las cámaras perimetrales que ayudan a la seguridad, tanto en autopista, como en lugares de espacio reducido.
RX en acción
Con tres modos de conducción estándar (eco, normal y sport), además de la opción custom, dónde el usuario puede gestionar las respuestas del Lexus RX, ofrece distintas personalidades. En eco es más amigable en ciudad, respuestas bastantes controlables, y con un importante ahorro gracias a la asistencia eléctrica de su cadena cinemática. En el modo sport se luce el verdadero deportivos que se esconde tras este SUV, y hacen brillar los 460 Nm de torque.
En carretera también, es posible activar los sistemas avanzados de asistencia a la conducción, conocidos como ADAS, que en este modelo -a diferencia de otras marcas- es menos invasivo y fácil de activar. Las alarmas de seguimiento de carril y de punto ciego, se mantienen siempre en funcionamiento, pero resultan útiles y poco estridentes, lo que ayuda tanto en tráfico denso, como en autopistas con espacio para avanzar.
Porque si bien el Lexus RX 500h puede ser una amigable SUV familiar, su verdadera personalidad es de un auto de performance, con un sorprendente empuje, potentes frenado, una dirección precisa, sobre todo gracias a sus grandes llantas de aleación de 21 pulgadas, con neumático de bajo perfil, que sin embargo no ofrecen un andar tan severo, como suele pasar con los autos de carácter deportivo.
Sumando lo mejor de dos mundos, el Lexus RX 500h, es un imperdible a probar para quienes necesitan un auto práctico y para todos los días, sin transar en el performance y el disfrute de la velocidad y aceleración, claro sin pasar los límites de seguridad, que impone la ley.
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