Karry Q22: capacidad de trabajo y agilidad urbana

Uno de los efectos de la pandemia global, específicamente del aislamiento social impuesto como medida sanitaria, fue el auge del delivery y de los servicios relacionados con la última milla. Un verdadero auge, que se expresa claramente en un  informe de Euromonitor International: las ventas de delivery en Chile durante 2020 representaron 820 millones de dólares. Esta cifra se traduce en un incremento de 69,7% con respecto a 2019.

Este verdadero auge pone énfasis en las entregas urbanas, y de esta manera, los furgones y mini trucks se han tomado el escenario urbano, con múltiples competidores, casi todos de origen oriental, dónde saben mucho de moverse en ciudades con tráfico denso. En ese escenario y en plena cuarentena se presentó la marca Karry, una más del grupo Andes Motor, que entró con fuerza durante 2021. 

Su portafolio es específico: ofrece un modelo  con distintas versiones y capacidades, se trata del Karry Q22. Probamos la versión con motor de gasolina de 1,5 litros y doble cabina, que permite llevar carga, como una cuadrilla de trabajo con sus herramientas.

Agilidad oriental

Hay una condición que se cumple tanto para los vehículos deportivos como para los de trabajo: el diseño es en función de la función. Así, el diseño del Karry Q22 emana de la utilidad para la cual está desarrollado. Una cabina corta, que permite un fácil acceso al motor, pero también que permite maniobrar en escaso espacio. 

En esta variante doble cabina, prima la utilidad del espacio, que permite alojar perfectamente a una cuadrilla de 4 trabajadores, más el conductor, para una considerable capacidad de trabajo. Tanto su motor, como su sistema de tracción, se basa en un motor de gasolina, por lo que su uso debe ser eminentemente urbano. 

Como buen vehículo de trabajo, se basa en la eficiencia más que en el confort, y puede parecer algo espartano, sobre todo para alguien acostumbrado a los modelos de uso particular. No obstante, sus cualidades brillan por su capacidad, conjugadas con su indiscutible agilidad, en gran parte dadas por sus dimensiones.

Trabajador urbano

Gracias a su motor de 1,5 litro de desplazamiento, de gasolina, capaz de proveer de 114 caballos de fuerza y 150 Nm de torque, el Karry Q22 cuenta con una cuota suficiente de poder para sacarle partido a la agilidad que le permite sus dimensiones. Se trata de un motor que sube velozmente en sus revoluciones, por lo que está agilidad se expresa en cada salida y recuperación. Su transmisión es sencilla y fácil de operar, mecánica de cinco relaciones. La conducción del Karry Q22 exige apenas unos minutos para acostumbrarse a su tacto de vehículo de trabajo. 

La suspensión, como suele pasar en este tipo de modelos, es algo dura, diseñada para la carga, por ello, su andar es más suave con algo de peso en la parte trasera, no obstante, su sistema de eje rígido en las ruedas traseras, soportado sobre ballestas, ofrecer buena estabilidad y control, junto su dirección asistida eléctricamente, incluso sin carga. 

Prácticas soluciones ofrece tanto en su habitáculo, como en su caja de carga. Una palanca de cambios alta, más cómoda; y un versátil pick-up con laterales abatibles para facilitar el trabajo de carga y descarga, se suman a su aire acondicionado, y radio con USB para mp3, con frenos ABS con EBD, y más sorprendente aún: una capacidad de carga de nada menos que de una toneladas, algo que se puede ver sólo en algunas camionetas medianas, cuyos precios están muy por encima de los $ 8.640.000* + IVA, con los que Karry Q22 compite en el mercado. 

Un vehículo, que merced a su precio y capacidades, sin duda será un aliado de alta eficiencia y capacidad para negocios en crecimiento, pymes y flotas urbanas de trabajo.