Si analizamos la más reciente oferta de SUVs de origen chino, es patente la realidad que son el origen más agresivo en términos de equipamiento de última tecnología. Los aprendizajes de estos fabricantes, los avances tecnológicos, pero por sobre todo su enorme capacidad industrial, hace que la velocidad con que han estrenado pantallas táctiles, tableros digitales, y cámaras de perimetrales, junto a sensores y otras tecnologías sea veloz, pero a la vez algo intimidante, o incómodo.

En ese sentido, el camino que ha tomado Cidef con su último SUV: el Dongfeng T5 EVO, transita por la mitad: cuenta con un sofisticado motor, y transmisión, una excelente pantalla y ofrece una experiencia altamente tecnológica, pero no “complica” la conducción con múltiples sensores y alarmas, ni menos con sistemas ADAS, que “toman el control”. Sin perder el foco en el manejo, ofrece una excelente experiencia.

Valores dinámicos

El T5 EVO de Dongfeng, tiene una atractiva carrocería, que se enmarca en la tendencia de SUV con caída fastback o tipo “coupé”, que resalta un carácter más deportivo, que en este caso tiene bastantes caballos de fuerza para sustentar. Con 196 caballos de fuerza y 285 Nm que emanan de su motor turbocargado y una transmisión de doble embrague automatizada, que ofrece 3 modos de conducción (normal, eco y sport), desde la aceleración se expresa bien y con abundante brío.

Esta misma fuerza deportiva tiene expresiones en su diseño. Una gran toma de aire hace de punto de fuga de sus capó curvo, que comienza a definirse por sus focos afinados, y agresivos, que se complementan con sus neblineros en los laterales, que simulan entradas de aire. 

Pasos de rueda bien marcados, con “hombros” anchos en la parte trasera. Cuatro salidas de escape, una luz de navegación y frenos,  que atraviesa toda la carrocería, además de un pequeño spoiler en la parte alta del portalón, reafirman su dinámica personalidad.

El interior expresa también bastante de deportividad, con acabados que recuerdan la fibra de carbono, un volante deportivo achatado en la parte baja, además de las toberas de aire circulares, y las costuras rojas en asientos y bordes de las puertas. 

Dos pantallas que se unen se encargan de tener al conductor informado con una pantalla digital de buena calidad y muy clara, con el tacómetro y el velocímetro en números algo retro, para un efecto entretenido y claro a primera vista. 

La pantalla se extiende hacia el centro, para convertirse en la interfaz principal del sistema de infoentretenimiento, que funciona de manera veloz y bastante intuitiva. Frente a su competencia, es algo más sobria, y más precisa en su información, sin muchas alternativas ni configuraciones que enredan la conducción.  Un punto a mejorar es la ausencia de Android Auto y Apple Car Play, que limita la conexión al smartphone a bluetooth o a una app propia. 

Explorando la EVOlución

Tras el volante del T5 EVO, se muestra como un auto con buen aplomo, preciso en su dirección y de muy bien andar. Esto porque su motor, si bien de baja cilindrada produce una buena cantidad de caballos de fuerza (196) y torque (285 Nm), por lo que su transmisión automatizada, de 7 relaciones, tiene bastante partido que sacar, y se luce con sus modos de conducción, que realmente se siente en la “personalidad” de este SUV.

Así, el confort pasa a ser clave en el modo normal, y la conducción suave y la eficiencia en el modo eco, pero al conectar el modo sport, efectivamente, el T5 Evo muestra los dientes con un comportamiento vivaz, con una rápida aceleración, que sube las revoluciones rápidamente, a la vez que se debe tener algo de cuidado, con estas reacciones ya que expresa con intensidad el torque que es capaz de aplicar a las ruedas. 

Una suspensión, bien calibrada que ofrece tanto comodidad como agarre firme en curvas, brinda confianza y precisión en autopistas, mientras que detalles de lujo como el gran techo panorámico termina por configurar una experiencia de conducción, grata, tecnológica, pero carente de tecnología algo innecesaria para el conductor promedio nacional, que en muchas ocasiones se ve algo sobrepasado con sistemas que o no necesita, o no entiende a cabalidad.

En ello, el Dongfeng T5 Evo, no escucha el “canto de las sirenas” de la tecnología y no olvida que aun la gran mayoría de los conductores quiere seguir al mando del volante, con potencia, seguridad y -sobre todo- control sobre el vehículo. Equilibrado y honesto, ofrece lo justo para ser competitivos, sin grandes demostraciones tecnológicas, muchas veces innecesarias.